martes, 9 de abril de 2019

DESNUDA


 Nunca me rendiré, no lo haré. Así tenga que esperar años. Así tenga que sentir mi corazón partirse en mil pedazos varias veces. Así vea frente a mis ojos muchas puertas cerradas. Me levantaré las veces que sean necesarias, haré una pausa y lloraré lo suficiente para empezar de nuevo.  Seguiré escribiendo hasta la muerte, sin importar las cartas de rechazo que reciba de las editoriales, sin importar los emails que envíe sin respuesta. Sé que Dios quiere que luche para contagiar a los demás con pasión, amor, trabajo… sé que debo aprender a ser rechazada, para poder llevar a cabo mi misión, pero como duele. 

Recuerdo una pregunta que me hizo una amiga hace varios meses, “Eliana ¿por qué tardaste tanto tiempo en escribir?”.  Sí, es verdad, esperé mucho tiempo. Tenía 34 años cuando empecé a escribir mi primera novela “Victoria es mi nombre”, inspirada en mi experiencia con ataques de pánico. La verdad es que me tardé tanto tiempo porque me estaba preparando. Mi corazón, mi alma y mi mente debían estar de acuerdo, no pude mentir, no pude fingir, no pude sentarme a escribir algo sin pasión, algo que no era auténtico. “No puedo escribir solo para que a los demás les guste o para que encaje en la sociedad o para que no piensen mal de mí”. “Porque no era el momento” le respondió todo mi ser. 

No tenía la seguridad para escribir lo que realmente me estremecía, lo que estaba escrito en mi alma.  “Tienes que escribir desnuda”, siempre me decía la voz en mi corazón, “Pero…escribir desnuda es muy difícil, a veces me siento avergonzada”, le respondía con lágrimas en los ojos.  

El día que logré escribir desnuda por primera vez y lo dejé salir de mi computadora, me sentí como si estuviera desnuda en público. Tuve que conseguir la confianza necesaria en mí misma para conseguirlo. Tuve que pelear muchas batallas; algunas conmigo misma, otras con personas que siempre intentaban cortarme las alas. Necesitaba convertirme en una hormiguita, trabajar poco a poco en mi espíritu. Tenía que conocer el lado invisible del universo. Tenía que conocer el miedo, el amor verdadero, la pasión incontrolable entre un hombre y una mujer, el sexo, la traición, el dinero, la malvad, la inocencia, la bondad, la humillación, el sufrimiento, la soledad, la verdadera amistad, el desapego emocional y material, etc. etc. etc.  Tenía que conocer una parte importante de los hombres, para poder escribir sobre ellos, y poder crear lo personajes de mis historias de amor. Tenía que ser la única mujer en la familia Habalian durante cien años, y estar rodeada de hombres casi toda mi vida. Tenía que liberar mi sensualidad. Pero sobre todo, tenía que conocer por completo a Eliana Gabriela Habalian Fattal.  Me estaba preparando para brindar amor y encender la llama de la pasión con mis líneas. En conclusión, esperé tanto tiempo para hacer mi sueño realidad, porque me estaba preparando para escribir desnuda, con pasión y sin miedo.

Cosas que he aprendido con pasión y sin miedo y de las cuales estoy absolutamente segura:
1)     Nunca estamos solos en el camino a los sueños. Llega un momento que te sientes solo, pero realmente no lo estás. Dios, los ángeles y todas las fuerzas del universo combinadas están contigo. Ellos se encargarán de guiarte y mandarte señales.
2)     Cuando la ciencia, el arte y el amor se unen, OH-MY-GOD, el resultado es fuera de este mundo. Es increíble lo que puede pasar.   
3)     El secreto para tener poderes mágicos es muy sencillo, solo necesitas AMOR. Si lo sientes, puedes hacer lo imposible posible. Lo juro. 
4)     Cuando realmente amas, el mundo material deja de ser importante, te expresas espiritualmente, estás más consiente de tu alma. Así es como sabes.
5)     El amor y la alegría son sentimientos contagiosos. Compártelos todos los días para que el mundo sea más feliz.
6)     No hay nada de malo en ser feliz. Tienes que saber esto, “no le busques las cinco patas al gato” ¡LA VIDA ES BELLA!
7)     No juzgues para que las personas tengan menos miedo de ser ellos mismos.
8)     Nosotros los humanos no estamos solos en este mundo. Sé también amable y cariñoso con la naturaleza y los animales. Te harán sentir más vivo. 
9)     Muévete rápido cuando no te sientas bien en un espacio determinado, aunque eso signifique irte del lugar completamente. Confía en tu corazón. Él lo sabe todo.
10)  Existe un antes, un durante y un después cuando conoces a tu alma gemela, media naranja o como quieras llamarla. En el instante en que los ojos se encuentran, el cambio más importante de tu vida comienza, milagros empiezan a ocurrir.
11)  Algunas veces solo necesitas hablar con los ojos, así es como aprendes a leer la mente de las personas y saber lo que realmente sienten.
12)  Cada mujer debería pensar todos los días en lo que ella representa para el hombre que la ama. Es como si fueras agua en el desierto. Un hombre enamorado es…. Bueno, demasiado.
13)  Toma mucho tiempo para que realmente no te importe lo que diga o piense la gente de ti. No te preocupes, solo no dejes que eso afecte tus sueños durante el proceso.
14)  No tengas miedo de mostrar tus diferentes facetas, así eso signifique que le gente te llame loco o raro. No dejes que te metan en una cajita que dice “normal”. Ser diferente hace que el mundo sea más interesante.
15) Los mejores placeres de la vida son gratis. Caminar al aire libre, nadar en el océano, hacer el amor con la persona que amas…….
16) Cuando el amor verdadero necesita una prueba, no hay un después. Es ahora.
17) No subestimes el poder de las cosas simples. A veces las cosas más simples se convierten en las más poderosas.

18) Nosotras las mujeres tenemos el poder, hay que saber cuándo usarlo y cuándo dejarlo reposar.
19) Uno puede escribir en cualquier lugar, hasta en la mente.   
20) Habrá momentos en que ayudes a una persona y nunca te lo dirá, sin embargo, tú lo sabrás.
21) Usa tu inteligencia…sí, la inteligencia se usa, combínala con amor y verás
22) Cuando piensas en algo, creas energía. La energía es…TRANSFORMACIÓN.
23) ¿Quieres un milagro? Un orgasmo con la persona que amas. Ahí está… un MILAGRO
24) Cuando alguien logra hacer realidad un sueño, no pienses: “por qué no a mí”, piensa: “eso me puede pasar a mí.”
25) Una decisión tomada por amor es siempre la mejor decisión.
26) No podemos conformarnos con solo vivir, tenemos que vivir felices.
27) Los sueños existen para hacerse realidad, pero tienes que actuar, tienes que empezar el camino, si continuas en él con amor y pasión seguro llegas, es una ley UNIVERSAL.
28) Para hacer realidad un sueño solo tienes que empezar el camino a él y aplicar esta fórmula para lograr un sueño: (PASION+AMOR+UN SUEÑO) ⁿ = UN SUEÑO HECHO REALIDAD
29)  El amor siempre viene a salvarnos, pero tenemos que dejar que lo haga. Abrirle nuestro corazón.  

30) A veces nadie tiene la culpa cuando algo no está bien bajo las sabanas. Es cuestión de química, y a ella no le importa nada. Puedes pasar mil años intentándolo, pero si ella no está allí desde el primer momento, nunca lo estará.
31)  Los hombres, aunque traten de ocultarlo, se mueren de los nervios cuando están con una mujer que les gusta por primera vez.
32)  Si quieres saber si a un hombre le gustas, solo muévete de lugar sin dejar de mirarlo. Él te buscará con la mirada por todos lados hasta encontrarte.  
33)  Falta mucho por aprender…
Con pasión y sin miedo
Eliana Habalian

MIS TESOROS


 No sé por dónde empezar, porque no existen palabras que puedan explicar lo que quiero escribir, debería existir un idioma celestial, sublime, para usarlo en momentos como este. Estoy llorando al mismo tiempo que estoy escribiendo estas líneas, y no sé por dónde empezar. Cada vez que empiezo a escribir sobre mis tesoros, un proceso alquímico se apodera de todo mi ser.  La energía es tan fuerte que una presión en el pecho golpea mi corazón, una emoción muy grande e inexplicable me invade, siento que estoy flotando, que estoy en otra dimensión, siento a sus ángeles guardianes volando a mi alrededor.  No es fácil sentir lo que no se ve, es algo muy intenso, no todo el mundo está preparado o quiere sentir. Mi corazón palpita, mi cuerpo se estremece cada vez más con cada palabra. Mis piernas y mis manos tiemblan y un fuego calienta mi sangre poco a poco.

Continúo sin saber por dónde empezar. Sé que estoy lista para relatar algunos de los obstáculos que tuve que vencer para lograr mi sueño de ser madre. Peleé muchas batallas para lograr quedar embarazada. Nunca pensé que algo tan natural sería tan difícil de alcanzar, pero lo alcancé, soy la madre más feliz del universo.

No puedo creer que este sábado 5 de enero, mis tesoros cumplen dos años, “lo logramos hijos. Lo logramos”. Continúo llorando.  Solo ellos me han hecho llorar de felicidad. Es una de las experiencias más maravillosas que he vivido, ese llanto feliz, la certeza de que Dios vive dentro de nosotros y que nos habla siempre por medio del corazón.

El día que vi por primera vez los ojos de mis tesoros fue el día más importante de mi vida. Siempre he sido una mujer muy sensible. Ese día, en aquel cuarto de aquel hospital, sentí por tercera vez una presencia divina, celestial: un ángel. Había pasado por tantas cosas…logré superar una amenaza de aborto a los 4 meses, un diagnóstico de preeclampsia, un parto prematuro a los 8 meses, una hemorragia uterina en la cesárea.

Un mes estuvo mi hijo en una incubadora, en la unidad neonatal de cuidados intensivos del hospital. Pesaba un kilo y medio.  Había estado a punto de morir dentro de mí, porque no estaba obteniendo los nutrientes necesarios para continuar su desarrollo, estaba desnutrido. Y mi hija, estuvo casi dos semanas, también tenía un peso muy bajo.  “Debemos seguir luchando, los tres” les susurraba, les hablaba con la mente, sabía que me escuchaban. “Vamos hijos, no desistan, tenemos que continuar, merece la pena luchar, la vida es hermosa. Todo esto pasará, lo juro. Los amo con el alma”.   

Recuerdo claramente todo lo que ocurrió ese día. Sentía un frío intenso.  “Eliana, no veas la aguja” me dijo Beatriz, la enfermera más dulce del mundo cuando la anestesióloga estaba preparándose para inyectarme la temida anestesia raquídea.  Yo, como siempre tan terca, no hice caso. “No quiero morir” dije aterrada cuando la vi, “No te vas a morir. Soy la mejor en esto”, dijo la anestesióloga riéndose. Cerré los ojos y a los pocos segundos comencé a sentir una corriente fría recorriendo el centro de mi espalda, que viajaba hacia mis piernas. A los pocos minutos todo comenzó. La doctora Victoria y los enfermeros empezaron a moverse muy rápido, mi esposo entró con lágrimas en sus ojos, tomó mi mano sin decir una palabra, no hacía falta hablar, pues nuestras almas se comunicaban a través de los ojos. Bastaba con rezar y sentir. Sí, tenía miedo y mucho, pero ese miedo se esfumó cuando sentí la presencia de un ángel en el cuarto, volaba de un lado a otro, lenta y sutilmente. “Ya no tengo miedo. Sé que estás aquí para proteger a mis tesoros. Nada malo puede pasar”, le dijo mi alma.

Cuando escuché el llanto de mi primer tesoro, supe lo que era un milagro, mi corazón gritó: “mi hijo. Soy madre. Gracias Dios”. Quería verlo, pero todavía quedaba otro de mis tesoros dentro de mí. Los minutos pasaban y pasaban y nada que la escuchaba. “Eliana, la niña está encajada, tuve que llamar de emergencia a otro médico especializado que me ayude, para no ocasionarle daño”. Empecé a respirar rápidamente, “Voy a tener que hacer dos cortes adicionales en tu útero. Tranquila, todo va a estar bien”. Recuerdo haber sentido la camilla tambalearse fuertemente. Nuca olvidaré ese momento pues se sentía como un terremoto. Mi esposo observaba todo aquello en completo estado de shock, tampoco olvidaré la expresión de sus ojos.  

Fueron los minutos más largos e interminables de mi vida. Nació la niña con los ojos más hermosos. Pude ver a mis tesoros solo por unos segundos, enseguida se los llevaron. Mi esposo fue con ellos. De pronto, aquel cuarto se quedó casi vacío. Sentía mucho frío. Abría y cerraba los ojos. Poco a poco iba perdiendo mi sangre, y con ella mis fuerzas. Escuchaba el murmullo de la doctora “Eliana, tienes una hemorragia, estamos deteniéndola”. Mucho tiempo estuve en ese cuarto, perdiendo y perdiendo sangre. Sentí que poco a poco me moría, pero no me morí. Luché como siempre. “No te vas a morir”, repetía una y mil veces dentro de mí.

El día que le dieron de alta a mis bebes, cuando por fin llegamos a la casa, lloré, lloré y lloré como nunca en mi vida, mientras los abrazaba con el corazón.  Desde ese día sé lo que se siente llorar de felicidad.

Gracias, hijos, por luchar conmigo, ustedes son el tesoro que siempre busqué, mi sal y mi azúcar, mis dos estrellas, mi orgullo, lo mejor que me ha pasado en la vida, la razón de mi existencia, mi batalla triunfal, mis miedos derrotados, mis luchadores y triunfadores, la prueba de amor más grande, el centro de mi vida, mi llanto de felicidad, el amor de Dios y toda mi fuerza. Gracias, por mostrarme el amor en su máxima expresión. ¡Los amo! Con toda la fuerza del universo. No existe nada que no pueda hacer por ustedes. ¡Feliz cumpleaños, tesoros! ¡Dios los bendiga! Lucharemos juntos por siempre.

Gracias, esposo, por nunca dejarme caer y luchar conmigo durante el camino a mis sueños. Te amaré por siempre.

Gracias, Dios, por mandarme a mis mellizos, mis tesoros, mi sueño hecho realidad, ya era hora.

CON PASIÓN Y SIN MIEDO:  Nunca ignores la voz de tu corazón, porque esa es la voz de Dios.  Todo lo que he sufrido en la vida, todas las cosas duras que he pasado, las dificultades, las barreras y obstáculos que he vencido ahora están justificados, ahora existen un porqué.  Gracias, gracias, gracias, hijos amados, por repotenciar mis virtudes, por mostrarme el lado invisible del universo y por lograr que viva mi vida con pasión y sin miedo. Fue por ustedes que todo tuvo sentido.

 Lucha por tus sueños, sin desistir, no tengas miedo, no estás solo, al final valdrá la pena cualquier el sufrimiento.

Con amor desde Santo Domingo,
Eliana Habalian

TRES AÑOS ATRÁS
El día que terminé de escribir “Victoria es mi nombre”
“¡Dios! Espero que después de los ataques de pánico no me mandes algo así, tan fuerte”.
“¡Pero Eliana! ¿De dónde crees que vas a sacar material para tus próximas novelas? Confía hija. Nadia te ama más en el universo que yo.  Escribe hija mía, escribe”.