domingo, 20 de agosto de 2017

¡QUE LO PARTA UN RAYO!



No ha parado de llover en días. La lluvia como siempre provocando sentimientos nostálgicos, me hizo recodar un momento especial, clave, importante, sencillo y poderoso.  Antes de empezar el camino a mi sueño de ser escritora, un día triste, pero a la vez lleno de luz y necesario, Yo sentía un vacío profundo, un dolor en el corazón. Me costaba respirar, caminar, levantarme de la cama. Mi hermanito Ricardo (que tiene 30 años) estaba de visita en mi casa. Estábamos acostados sobre mi cama, hablando entre hermanos y le abrí mi corazón. Era la persona indicada. En una parte de la conversación le dije “Riqui. No soy feliz. Siento que nada a mi alrededor tiene sentido”. Él me preguntó, con voz suave, melodiosa, compasiva, llena de amor, “¿qué es lo que tú quieres hacer?”. Nadie antes me había hecho esa pregunta (algo tan simple), aparte de mi corazón. “Quiero escribir” le respondí, rápidamente, sin pensarlo mucho, apurada, eufórica. Nunca había dicho esas palabras en voz alta, solo dentro de mí. Me miró a los ojos fijamente y me dijo, “entonces por qué no escribes chama”.

Esa noche no paró de llover, y viendo por la ventana de mi cuarto, grité hacia mis adentros “¡QUE LO PARTA UN RAYO!”. Deseé con todas mis fuerzas que un rayo partiera en pedazos el sentimiento de inseguridad en mí misma. Y así sucedió. Un rayo cayó, a los pocos segundos y lo hizo trizas. Al día siguiente salió el sol. Poco tiempo después renuncié a mi trabajo para perseguir mi sueño, empecé a escribir mi primera novela, y un tiempo después, la terminé.

Los sueños son como el hierro; no los rompe nada. Ellos existen para hacerse realidad. Es nuestra misión, pero para hacerlos realidad tienes que actuar. Eso fue lo que yo hice, actué, empecé el camino a mi sueño, y cada paso que daba me acercaba más y más. Renuncié a mi trabajo porque no era escritora, porque no era feliz, y un día empecé a escribir…

El camino a un sueño es duro, pero es tu camino, es un viaje encantado, lleno de magia. ¡ES MARAVILLOSO! Es el camino a la felicidad.  Si tú eres feliz, emanarás amor desde cada poro de tu piel y este mundo será mejor. Los sentimientos son contagiosos; el amor, la alegría. Tenemos que compartirlos todos los días. Y cuando alguien logre hacer realidad un sueño, no pienses: “por qué no a mí”, piensa: “eso me puede pasar a mí”, actúa, lucha por tus sueños.

Gracias hermano por decirme algo tan simple que me ayudó a perseguir mi sueño. Gracias Dios, por hablarme e insistir que te escuchara por medio de mi corazón y por guiarme de tu mano durante el camino a mi sueño.


CON PASIÓN Y SIN MIEDO: Habrá momentos simples en los que ayudes a una persona y, tal vez nunca te lo dirá, sin embargo, tú lo sabrás. A veces las cosas simples se convierten en las más poderosas.  


Con amor desde Charllote,

Eliana Habalian.




No hay comentarios:

Publicar un comentario